El sistema de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) enfrenta una serie de desafíos que amenazan su sostenibilidad a lo largo del tiempo. Estos problemas han estado presentes durante varios años y se buscan soluciones para mejorar la situación.

Algunos de los factores que contribuyen a la problemática del IESS incluyen:

1. La estructura intergeneracional, que se ha vuelto más complicada debido a cambios en la demografía, con las personas viviendo más tiempo. Esto significa que los aportes de los afiliados no son suficientes para cubrir la diferencia entre las expectativas iniciales y la vida más larga de los beneficiarios. Además, se han utilizado los recursos del IESS para fines de deuda interna, lo que ha afectado su liquidez.
2. El manejo político en lugar de un enfoque técnico en la gestión del IESS.
3. Falta de transparencia en los procesos de contratación pública, lo que ha llevado a pérdidas de recursos y corrupción.
4. La deuda que el Estado tiene con el IESS ha desequilibrado el sistema.
5. El aumento en el número de beneficiarios que utilizan los servicios del IESS sin contribuir económicamente.
6. Subsidios a otros programas de seguridad social, como el seguro campesino.
7. Falta de competencia y falta de innovación en los productos y servicios ofrecidos por el IESS.

Estos problemas están generando un creciente déficit actuarial, por lo que es necesario encontrar soluciones aceptables desde el punto de vista económico y político. Para abordar estos desafíos, el gobierno actual ha formado una Comisión que busca soluciones a través de estudios técnicos y consultas con la sociedad.

Entre las alternativas que se están considerando se encuentran:

• Reestructurar el proceso de elección de los directivos y representantes del IESS.
• Dejar de prestar dinero al Gobierno y utilizar esos recursos para beneficiar a los afiliados.
• Revisar los criterios de cobertura para familiares de los afiliados.
• Equiparar el pago del seguro campesino con otros seguros.
• Evaluar la capacidad de atención médica y la gestión de medicamentos.
• Revisar los pagos del Estado y buscar alternativas para cubrir la deuda histórica.
• Diversificar las fuentes de ingresos del sistema de pensiones, incluyendo opciones de capitalización individual.
• Separar la administración de pensiones y salud.
• Abordar el problema de la jubilación forzada de los empleados cercanos a los 20 años de servicio.
• Mantener los fondos de reserva como un mecanismo de ahorro.
• Revisar la gestión de inversiones y buscar mejores alternativas.
• Fortalecer la afiliación voluntaria con un enfoque en el afiliado principal y sus aportantes adicionales.
• Explorar la fusión del seguro campesino con otros programas asistenciales para la vejez.

Estas medidas buscan mejorar las condiciones de los afiliados y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, al tiempo que se aborda la deuda pendiente del Estado con el IESS. La apertura del sistema de pensiones podría ser una parte importante de la solución, sin privatizarlo por completo, tomando ejemplos exitosos de otros países en la gestión de seguridad social y la capitalización individual. Se espera que estas propuestas sean beneficiosas tanto para los afiliados como para el sistema en general.